Me susurró al oído mientras dormía: Despierta o te perderas las estrellas en esta noche de verano. Me levanté pensando en que septiembre ya no es verano porque te levantas en una cama de 80 y fuera de casa. Porque te levantas con sabor a whisky y por la ventana no ves las luces de tu ciudad.
Entonces es cuando marcas otro día en el calendario con un rotulador rojo que se va gastando y piensas que el 17 de septiembre siempre significaba algo más que otro día tachado. Por eso decides coger un lapicero y tachar una fecha especial con la esperanza de que muchos años más tarde no te hayas equivocado.
