Cada vez que te miro
pienso en tí como mía,
deseo inalcanzable que nunca tendré.
Cada vez que te extraño
pienso que ojalá todo te vaya bien
pienso que te lo mereces, me lo merezco.
Cada vez que pienso en ti
pienso que tampoco lo hice tan mal
tan solo fui un escollo que superar.
Cada vez que te vas
mi mundo se hace más pequeño
se separa del tuyo, del de ambos.
Cada vez que escribo
mis letras no son lo que eran
les faltas tú.
Diego Cantero - Ojalá
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Sentado en la penumbra de un solitario banco de la ciudad me pongo a reflexionar ¿Sobre que? No lo se. Remuevo mis ideas, intento establecer un poco de orden en mi cabeza pero obtengo el mismo éxito que orden hay en ella: ninguno. Mil cosas y ninguna al mismo tiempo. Es todo tan abstracto... Al levantar la vista del suelo, veo un rosal repleto de preciosas rosas ¡Qué flor más bella! Me acerco, la agarro con cuidado no pincharme con sus espinosas armas de defensa, y la huelo. El olor y la belleza de la más bella flor del jardín me recuerda, como no podía ser de otra forma, a ella. Pero prefiero olvidarme, desviar mis pensamientos y volver a esos pétalos rosados... como sus labios... ¡No! No quiero recordarlos.

¡Cuán bella es una rosa! Detén por un momento tu vida para sentir su embriagador olor, disfruta de su belleza y siente la suavidad de sus pétalos. Olvídate de todo por un momento, bájate del frenesí de la vida y párate a oler las rosas.
Poets of the Fall - Roses
Dedicado a un gran amigo, le dedico éstas
Rosas en un ataud.
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Allí estaba ella, como siempre, sentada en una silla, fumandose un cigarrillo, y tomandose un café. Unos dias con una gorra, otros con las gafas de sol; unos con falda, otros con pantalón, pero siempre ella.
Había cosas de ella que nunca cambiaban, para otros eran inapreciables pero eran pura monotonia en la soledad de las horas que transcurrian lenta y tristemente, ese cruce de piernas, esas sonrisas cuando la mirabas, esas palabras de ánimo en los malos momentos...
¿Se ha ido? ¿sigue de otra forma? Sigue siendo el mismo veneno que me va matando por dentro, que me congela por momentos y que me hace acompañarla a un hostal en las noches de sábado.
Allí en el hostal, el sábado, también estaba ella, sentada, con el cigarrillo o de pie en el balcón.
Yo sumergido en mi corazón.
Marea - Corazón de Mimbre
P.D: Una canción sobre mi corazón: a veces de piedra que no siente; a veces de mimbre que se dobla, se dobla hasta que finalmente se rompe.
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