Y así hoy cumplo 19 años, edad transitoria entre dos edades muy significativas: los 18 años, mayoría de edad, tener responsabilidades, poder conducir, beber, ir a la carcel; y los 20, las dos décadas, cuando ya debes de empezar a plantearte la vida. Entonces, los 19 no son más que un mero pasillo que une dos salas de museo, un pasillo por el que debes de continuar tu visita pero con cuadros de relleno... o eso es lo que crees. La cuestión es que pasa un año más, y te das cuenta de que el tiempo no espera y la vida se va consumiendo como una vela.
Solo esta reseña como felicitación hacia mi mismo. Muchas gracias a los que me aguantan un año más y muchos más agradecimientos más a los que me intentarán seguir aguantando.
Ahora soplaré mis velas y desearé...
Ryan Adams - Desire
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