La vida, tu vida, da giros inesperados constantemente, a veces pequeñas cosas, pero de vez en cuando nos encontramos con giros bruscos, saltos grandes. Este es mi caso actual. Yo antes era un estudiante tranquilo en Zamora... y de un dia para otro, estoy trabajando en una gran empresa en Madrid. El cambio es significativo: el modo de vida, la rutina, el lugar... incluso cosas que no han cambiado parecen distintas.
El primer cambio es la ciudad... del paso de una pequeña ciudad de unos escasos 70.000 habitantes, en el que vas y vienes de todas partes andando, incluso muchas veces, la distancia es tan corta que ni te merece encender el mp3. Una ciudad tranquila, donde los policias pasean tanto o más que los ancianos por Santa Clara y La Marina, donde cuando se oye una sirena la gente se asoma a las ventanas y balcones, donde en el periódico local casi todos los dias ves caras cercanas, donde tus planes los puedes preparar 5 minutos antes como muchas veces hemos hecho aqui el amigo derte y yo, donde puedes salir a tomar una cerveza con cualquier amigo en cualquier momento, donde todos vamos de fiesta a los mismos sitios y bajas la calle de los Herreros saludando, donde puedes salir de fiesta sin quedar con nadie especial, pues acabarás encontrandote a los amigos por todas partes, donde puedes volver de fiesta cuando quieras (aqui entran los motivos de cada uno: falta de ganas, falta de salud, excesos, madrugón al dia siguiente... todo es excusable)... de mi pequeña Zamora, que viendola ahora desde aqui parece incluso más pequeña, a la gran ciudad, a la capital, a Madrid, que con sus más de 3 millones de habitantes, asusta, en la que ir de un sitio a otro necesita ser planificado con bastante tiempo de antelación, en la que pasas más tiempo en un autobús o tren subterraneo que caminando, en el que antes de salir del portal puedes ir enchufando ya el mp3 porque seguramente vayas a tener un camino un tanto largo, en la que los ancianos tambien pasean por los parques, pero que oir una sirena es algo tan normal como encender la radio, aunque disimuladas con el ruido de la gran úrbe. Ambientes distintos, gente distinta y más diferenciada, prisas, humos, ruido, contaminación, luces, caos... en fin. Supongo que la ciudad es algo a lo que uno se acaba acostumbrando, por supuesto que si, pero uno echa de menos su ciudad natal y sobretodo, la tranquilidad de una pequeña ciudad. Todos echamos de menos el pueblo (especialmente tras las vacaciones), pues la situación, creo que puede considerarse similar.
El cambio del modo de vida también es destacable. De ser un estudiante, que se va por la mañana para a mediodia estar en casa y poder "hacer lo que te de la gana" (nótense las comillas) durante toda la tarde, a ser un trabajador más del rebaño en el que has de madrugar para entrar en una empresa para no salir hasta más de media tarde, para que luego al llegar a casa cansado no tengas ganas de mucho más, con lo que el dia ha sido consumido. Eso por no mencionar que aunque en ambos casos estás teoricamente bajo las órdenes de alguien al mando (profesor/jefe), aunque evidentemente, de formas bastante diferentes.
Supongo que en realidad tampoco esque haya un cambio principal, si no que el cómputo de todos moldean el giro.
Quizás algunos lo leerán y no verán mucha diferencia, incluso solo verán la cara positiva, y seguramente alguno viva algo similar. Gracias a dios para ello existe la libre interpretación de las cosas, aunque hay una realidad, y cada uno la vive de forma distinta.
De todas formas, por mucho cambio, por grande y brusco que sea, hay que seguir adelante. Aunque la fuerza del giro te tire al suelo, solo puedes levantarte y seguir el camino. Así es, sigo en pie.
El primer cambio es la ciudad... del paso de una pequeña ciudad de unos escasos 70.000 habitantes, en el que vas y vienes de todas partes andando, incluso muchas veces, la distancia es tan corta que ni te merece encender el mp3. Una ciudad tranquila, donde los policias pasean tanto o más que los ancianos por Santa Clara y La Marina, donde cuando se oye una sirena la gente se asoma a las ventanas y balcones, donde en el periódico local casi todos los dias ves caras cercanas, donde tus planes los puedes preparar 5 minutos antes como muchas veces hemos hecho aqui el amigo derte y yo, donde puedes salir a tomar una cerveza con cualquier amigo en cualquier momento, donde todos vamos de fiesta a los mismos sitios y bajas la calle de los Herreros saludando, donde puedes salir de fiesta sin quedar con nadie especial, pues acabarás encontrandote a los amigos por todas partes, donde puedes volver de fiesta cuando quieras (aqui entran los motivos de cada uno: falta de ganas, falta de salud, excesos, madrugón al dia siguiente... todo es excusable)... de mi pequeña Zamora, que viendola ahora desde aqui parece incluso más pequeña, a la gran ciudad, a la capital, a Madrid, que con sus más de 3 millones de habitantes, asusta, en la que ir de un sitio a otro necesita ser planificado con bastante tiempo de antelación, en la que pasas más tiempo en un autobús o tren subterraneo que caminando, en el que antes de salir del portal puedes ir enchufando ya el mp3 porque seguramente vayas a tener un camino un tanto largo, en la que los ancianos tambien pasean por los parques, pero que oir una sirena es algo tan normal como encender la radio, aunque disimuladas con el ruido de la gran úrbe. Ambientes distintos, gente distinta y más diferenciada, prisas, humos, ruido, contaminación, luces, caos... en fin. Supongo que la ciudad es algo a lo que uno se acaba acostumbrando, por supuesto que si, pero uno echa de menos su ciudad natal y sobretodo, la tranquilidad de una pequeña ciudad. Todos echamos de menos el pueblo (especialmente tras las vacaciones), pues la situación, creo que puede considerarse similar.
El cambio del modo de vida también es destacable. De ser un estudiante, que se va por la mañana para a mediodia estar en casa y poder "hacer lo que te de la gana" (nótense las comillas) durante toda la tarde, a ser un trabajador más del rebaño en el que has de madrugar para entrar en una empresa para no salir hasta más de media tarde, para que luego al llegar a casa cansado no tengas ganas de mucho más, con lo que el dia ha sido consumido. Eso por no mencionar que aunque en ambos casos estás teoricamente bajo las órdenes de alguien al mando (profesor/jefe), aunque evidentemente, de formas bastante diferentes.
Supongo que en realidad tampoco esque haya un cambio principal, si no que el cómputo de todos moldean el giro.
Quizás algunos lo leerán y no verán mucha diferencia, incluso solo verán la cara positiva, y seguramente alguno viva algo similar. Gracias a dios para ello existe la libre interpretación de las cosas, aunque hay una realidad, y cada uno la vive de forma distinta.
De todas formas, por mucho cambio, por grande y brusco que sea, hay que seguir adelante. Aunque la fuerza del giro te tire al suelo, solo puedes levantarte y seguir el camino. Así es, sigo en pie.
Dikers - Sigo en pie (2001)
PD: Aprovecho a autofelicitarme, que recientemente fue mi cumpleaños (dia 5) y es el 2º cumpleaños que paso en kronania ;)