Pocas veces he visto una canción con una letra tan bonita. Y muchas veces cuando dices esto te tachan de muchas cosas porque tan sólo con el título la gente se queda con una concepción totalmente equivocada. Muchos somos los que adoramos a Loquillo, ese estilo tan personal, tan elegante y a la par con ese puntillo macarra que hace falta para ser uno de los maestros del rockandroll.
Esta canción, si se escucha seriamente trasmite unas sensaciones increibles, lejos de la interpretación que puede hacer alguien que sólo se quede en la superficie. la pena es que Loquillo, para intentar evitar la polémica de quienes no pueden ver más allá hace muchos años que no la toca en directo, y los que estamos enamorados de la canción, tan sólo podemos deleitarnos con estos videos.
Esta canción, si se escucha seriamente trasmite unas sensaciones increibles, lejos de la interpretación que puede hacer alguien que sólo se quede en la superficie. la pena es que Loquillo, para intentar evitar la polémica de quienes no pueden ver más allá hace muchos años que no la toca en directo, y los que estamos enamorados de la canción, tan sólo podemos deleitarnos con estos videos.
Yo la sentaba en mi regazo,
enloquecía sólo a su contacto.
La he conservado en la memoria.
Tal como estaba.
Siempre a mi lado.
Nunca me juró su amor
lo creía eterno yo.
Y ella me sonreía y
miraba hacia el mar.
Me emborrachaba entre sus brazos
ella nunca bebía, ni la vi llorando,
yo hubiera muerto por su risa.
Hubiera sido su feliz esclavo.
Qué dolor sucio y traidor
me envenena el corazón.
Sé que ella nunca enloqueció.
Jamás perdió el control.
Quiero verla bailar entre los muertos,
la cintura morena que me volvió loco,
llevo un velo de sangre en la mirada,
y un deseo en el alma,
que jamás la encuentre.
Sólo quiero que una vez
algo la haga conmover.
Que no la encuentre jamás
o sé que la mataré.
Por favor sólo quiero matarla.
A punta de navaja
Besándola una vez más.
enloquecía sólo a su contacto.
La he conservado en la memoria.
Tal como estaba.
Siempre a mi lado.
Nunca me juró su amor
lo creía eterno yo.
Y ella me sonreía y
miraba hacia el mar.
Me emborrachaba entre sus brazos
ella nunca bebía, ni la vi llorando,
yo hubiera muerto por su risa.
Hubiera sido su feliz esclavo.
Qué dolor sucio y traidor
me envenena el corazón.
Sé que ella nunca enloqueció.
Jamás perdió el control.
Quiero verla bailar entre los muertos,
la cintura morena que me volvió loco,
llevo un velo de sangre en la mirada,
y un deseo en el alma,
que jamás la encuentre.
Sólo quiero que una vez
algo la haga conmover.
Que no la encuentre jamás
o sé que la mataré.
Por favor sólo quiero matarla.
A punta de navaja
Besándola una vez más.
Etiquetas: Música





