Para olvidar una derrota no hay nada mejor que una victoria. Para borrar el pasado hay que hacer cambios. Y para intentar pasar una página, hay que empezar a escribir la siguiente y atraer al lector de tu vida. No se el tiempo que durará esta página, como nunca supe lo que duraban las demás. No se si acabará impoluta, manchada de rojo o quemada por el tiempo, pero es lo que toca. Y como sólo yo soy el dueño de esta hoja (hasta que alguien diga lo contrario) pues voy a empezarla como a mi me de la gana.