He vivido un hermanamiento cojonudo con el pueblo hermano hermano de Linares. He probado el amargo sabor de la derrota en Castellón. En Vallecas. En Algeciras. He vivido el impulso de una afición en la hermana Salamanca. Grité, como nunca con el gol de Xaco. Lloré tantas veces. Vi el mejor adelantamiento posible en el Sacacorchos. Perdonad el retraso. Vi ganar al cavallino. Vi jugar al Pelusa. Vi jugar a Zidane. He celebrado la séptima, la octava y la novena. España ha ganado una eurocopa y me pillo en la fuente con la camiseta de Portugal. Me acuerdo de Sainz cagándola a 200 metros en Gran Bretaña. Y vi a Gasol y cia tutear al Dream Team. El Angliru se quedó mudo el día que conocimos que Chava se iba. Me quedé otra vez a las puertas de la gloria en Santiago. Vi llorar a mis amigas. Estuve en el Camp Nou ondeando la seña bermeja. Mi vida ha corrido alrededor del deporte y me dice una muy buena amiga que conservo desde la infancia que no escriba de ello. Lo siento Silvia, hoy tenía que repasar mi vida.
He conseguido saltarme mis miedos. Vivir sin mis padres. Casi acabar una carrera. Vivir mi vida. Me he pasado noches llorando porque el maldito cáncer me ha robado a demasiados seres queridos. A amigos. A conocidos. Me he pasado meses llorando porque el río se llevó a Saúl. Un río, el mismo río me separaba de mi casa durante dos años. He podido conocer Salamanca. Gracias Salamanca, pero estas demasiado cerca de Zamora. He estado dos veces en la cárcel y en ninguna me dejaron preso. He leído (que tal y como está el patio ya es mucho) y me ha divertido. He escrito. Estoy escribiendo. He hecho fotos, he soñado, he pensado y todo era sobre tí. He podido recuperar parte del tiempo perdido. He conseguido una prima perfecta con 16 años. Me he dado a la buena vida. A la jarana que diría Clusmy. He aprendido todos los días con dos maestros: Mario y Clifor; que me han dejado aprender a ser persona. He participado en varios rodajes. La vida es cine. He tenido mil pegatinas que se han caído con el viento. Ese viento frío de Zamora. He vivido las Historias del Kronen
He trabajado en la tele. Como mi abuela querría: médico o famoso. He trabajado en la radio. He trabajado en la prensa y el que diga lo contrario no ha leído nunca el Juas. He cabreado a muchísima gente. Algunos me odian. No se lo tengo en cuenta, os comprendo. El sentimiento es recíproco. Otros me han adorado y me han hecho caer de nuevo. NO he vivido ninguna guerra, pero muchas veces he pensado en empuñar un AK-47 para defender a quienes no podían hacerlo. Al final, por cobardía preferí coger un micrófono e intentar lo mismo. He elegido, como me decían en Trainspotting.
Tengo que dejar un párrafo sólo para Rodrigo. Leeros todo lo de arriba otra vez. Todo lo he vivido con él. Todo y más.
He corrido delante de la polícia. He rozado la ilegalidad. La he sobrepasado. Me he metido en líos y he tenido compañías que mi madre no aprobó nunca. Me he inspirado varias veces. En varios lugares y de diferente calidad. He vivido varias vidas porque la mía me aburría. He bailado un pasodoble en mi pueblo. Y le he bailado un tango a la vida. He tenido la suerte de nacer en el pueblo que nací. Y si, es un topicazo, que se le va hacer, pero lo siento así.
He hecho muchas cosas más. Bueno en verdad, no he hecho nada. Mi vida es un puzzle. Espero que tenga muchas piezas y que no se quede a medio hacer. Que sea un puzzle divertido, que la gente lo coja con ganas y lo acabé. Que lo beba con sed. Quiero ser el poster de un buen trago de Whisky. Este puzzle lo componen muchas piezas. Algunas sin darse cuenta. Están en las esquinas. Como las putas. Otras saben que van a formar el dibujo. A veces sueño con encontrar una de las piezas más importantes que está perdida y duda si jugar conmigo.
Nunca se me dió nada bien hablar de mi. O alomejor es que no me gusta sentirme protagonista. Pero, a grosso modo, como si fueran unos pequeños brochazos a los flashazos que me vienen a la cabeza. Veintiun años. Chaval ¡Y lo que queda!
Y le tengo que robar a Jaio la canción. Le tengo que robar a mi vida la canción. Porque si, aqui estamos Jartos de aguantar.