- ¿De quien te escondes?
- De mí.
- No te creo.
- ¿Por qué?
- Porque creo que te escondes de mí.
- ¿Tan importante te crees que eres?
- No lo se. Dímelo tú. ¿Soy tan importante como para que te escondas de mí?
- Dime que no lo sabes. Otra vez. Dime que de verdad no sabes lo que significas para mí. Dímelo y será la última vez que me veas así.
- Si tan importante soy, ¿porque no me lo dices? ¿Por qué no tienes cojones por una vez en tu vida?
- No es eso y lo sabes
- ¿Y que es? ¿Por qué no te atreves a besarme? ¿Por qué no haces algo de una vez? ¿Por qué te crees el centro de todo siempre?
- No me entiendes. Nunca lo has hecho. Quizás esa sea la respuesta que buscas
- Yo no busco respuestas. Ni preguntas. No busco nada. Tú eres el que buscas y no encuentras. O quizás dices que buscas pero en verdad te escondes. Si, te lo digo, no se si soy importante para ti. No lo se.
- Vete, por favor
- Ni siquiera me contestas. Llevo toda mi vida persiguiendo… Dime que coño llevo persiguiendo.
- ¿Quieres una copa?
- ¿De quien te escondes?