Todos los domingos me levantaba con una resaca terrible. No era yo quien hablaba, el alcohol lo hacía por mi. Perdona. Se acabó convirtiendo en una rutina. Mira tío, me la sopla lo que te dije ayer. Sólo quiero divertirme, vete a darle la chapa a otro. Un día nos partieron la cara. A mi y a otro. No se como se llamaba pero bebía más que yo. Se trincaba una botella de ron cada noche y se metía en una pelea cada fin de semana.
Tú me miras con una sonrisa que deja entrever que siempre te gustó que fuera un perdido. Tus ojos se aburren. Quieren que hable de tí. De que vuelvo a latir y a pensar. De que vivo. Te gusta ver escrito que por tí colgué la chaqueta de cuero y me puse un jersey de rombos. Y que dejé el ducados rubio. Esas cosas. A mi me gusta contártelo porque veo la ilusión de un niño en tus ojos. Porque siento temblar tus manos. Y tu ves temblar mi voz.
Vale, mi vida es la de Big Fish. Lo se, pero ¿acaso no es real? ¿Puede alguien decirnos que lo que contamos no ha existido? ¿Podemos tu y yo recordarlo? Y mientras la música suena alrededor. Y esto no es ninguna película, aunque hay drogas y alcohol. Está la chica guapa y estoy yo. Y de pronto, se escucha la canción. Y por un instante todo alrededor da igual. Sabemos de lo que hablamos. Y esto sigue sin ser una película y por eso no se quemó la película pero si mi retina. Y mi hígado no soportó otra patada. Y yo tuve que decirte no hablo yo, lo haces tu por mí.
Tú me miras con una sonrisa que deja entrever que siempre te gustó que fuera un perdido. Tus ojos se aburren. Quieren que hable de tí. De que vuelvo a latir y a pensar. De que vivo. Te gusta ver escrito que por tí colgué la chaqueta de cuero y me puse un jersey de rombos. Y que dejé el ducados rubio. Esas cosas. A mi me gusta contártelo porque veo la ilusión de un niño en tus ojos. Porque siento temblar tus manos. Y tu ves temblar mi voz.
Vale, mi vida es la de Big Fish. Lo se, pero ¿acaso no es real? ¿Puede alguien decirnos que lo que contamos no ha existido? ¿Podemos tu y yo recordarlo? Y mientras la música suena alrededor. Y esto no es ninguna película, aunque hay drogas y alcohol. Está la chica guapa y estoy yo. Y de pronto, se escucha la canción. Y por un instante todo alrededor da igual. Sabemos de lo que hablamos. Y esto sigue sin ser una película y por eso no se quemó la película pero si mi retina. Y mi hígado no soportó otra patada. Y yo tuve que decirte no hablo yo, lo haces tu por mí.