Estoy acostumbrado a vivir con el caos. Debo. Existen dos leyes que se repelen y que siempre aparecen. Ley de Murphy y Ley de Mario Crespo. La gente no me cree cuando las cuento. Sin embargo llevo varias semanas envuelto en la Ley de Mario Crespo. La ilusión mueve montañas, dicen. También dicen que los suicidas son las personas más optimistas del mundo. Yo lo creo. Como Larra. Como tantos. Y sólo escribo esto por miedo (y no hay suicidios de por medio). Y el miedo es libre. Y la soledad siempre espera a la vuelta de la esquina. Como las putas. Y a mi, ni una ni las otras, me molestan.
Y ahora me imagino que hablo con alguien. No se, con Vero, con Robus, con Jaio o con María. O con quien fuera. Y me dice que estoy loco por llevar siempre una máscara de carnaval. Pero es que yo, como el drogas, siempre te tengo a tí de disfraz. Quizás mañana sea un día triste, pero si lo pensara, ¿por que seguiría aquí?
Y ahora me imagino que hablo con alguien. No se, con Vero, con Robus, con Jaio o con María. O con quien fuera. Y me dice que estoy loco por llevar siempre una máscara de carnaval. Pero es que yo, como el drogas, siempre te tengo a tí de disfraz. Quizás mañana sea un día triste, pero si lo pensara, ¿por que seguiría aquí?