Cada semana se pasa esperando a ese instante. Veinticinco segundos. 23 horas y 59 minutos de un día esperando. Y aun así sobra la mitad de otro minuto. A veces no se si me paso la semana esperando esos 25 segundos o rememorando los anteriores. Es tirar la vida. Tirar esos días intrascendentes. Los que van entre fiesta y fiesta. O entre acontecimientos importantes. Esas semanas que le sobran al verano. Esas caricias que faltan en tu espalda.
veinticinco segundos milimetricamente pensados. Hasta la extenuación. Es dificil salirse del guión en una obra corta. No hay margen de maniobra. Pero el factor sorpresa de tus ojos cambia el guión. Tu sonrisa me roba la mitad del tiempo y paso a ser un actor secundario. Tengo menos de la mitad de tiempo que Nicolas Cage para robar un coche. Pero el sólo tenía a Angelina Jolie.
Y ahora pienso en los últimos 25 segundos. Y pienso que alomejor sólo fueron 20 pero todo se paró. Y voy a volver a tirar otra semana y seguir en este bucle que sólo acabará cuando se rompa la cuerda por un extremo.