Dan en la nueva tele un reportaje sobre las obras del castillo. Ya hablaré algún día de la tele nueva, que es un pequeño soplo de aire fresco. Pequeño. Hablan de que Baltasar Lobo debe ser el gancho para el castillo. Yo pienso que el castillo debe ser el gancho para Baltasar Lobo. Puede que sea la hora de que le dejemos de dar la espalda. Nadie es profeta en su tierra y en Zamora pasa a ser menos que eso. Como el río. Como todo el mundo que hace algo fuera de lo normal. Me entusiasma que pueda ser por fín algo importante. El castillo y Lobo. Como Zamora que ahora se acuerda de Segundo Viloria pese a ver sus obras todos los días. Y nos acordamos por la puerta de atrás, con la boca pequeña. Pero me ilusiona que lo de Lobo por fin salga bien. Que aquí le demos un sitio preferente, como se lo dio Madrid unos días. Que algún día vengan Chillida u otros escultores de la época a mostrar su legado permanente. Y que las postales que regala la ciudad muestren un castillo restaurado que mire un río Duero que no se averguence de la ciudad que le ve crecer.

Son sólo 30 segundos y un autobús pitando. No puede hacer caso a todo el mundo que le espera. La mayoría ni le conocen pero le adoran. Ni siquiera saben porqué. Se para con una sonrisa y poco tiempo. Está nervioso, lo estaba antes del partido. Mira de reojo a su novia que es con quien quiere estar pero cumple con el resto. El Autobus sigue pitando y él no quiere irse. Deja muchos recuerdos reencontrados en sólo unas horas. Deja atras otra vez a amigos. Se que volverá algún día porque no le gusta nada abandonar su tierra. Y ayer se volvió a sentir en el filial, con sus padres en la grada y sus amigos de fiesta. Bienvenido a casa, campeón

Llevo un mes sin aparecer por aquí, pero no estaba muerto, estaba de jarana. Ha sido el mes más intenso de mi vida y quizas uno de los más importantes del futuro, pero vayamos por partes.

1 - Sin título
Ha sido posiblemente la mejor experiencia de mi vida. Digo posiblemente porque aun pensandolo ya un poco en frío, sigue siendo un cruce excepcional de sensaciones. Dos días y pico, aunque pueden ser 3 o 4 porque el tiempo es bastante relativo durante esos días. Grabar un cortometraje casi queda en un segundo plano, al menos el plano más técnico y aun así voy a guardar un gran recuerdo. Pero hubo algo más. Considero que ahora tengo amigos en Valencia, Asturias, Villaralbo y Madrid. Que en 24 horas pasé de estar con unos desconocidos a tener la sensación de que llevaba meses de trabajo con ellos. Aprendí, como siempre que me llaman los Crespo. Los Crespo, los Cohen, Kubrick... Y Deborah. Se presenta por si sola. Como todos, la verdad.

2- Ella
Ella se había ido para no volver. Pero todo cambia, todo es cíclico. Nunca avanza, como esta ciudad. Incluso "sin título" había borrado los pensamientos. Y ahora ya no creo en el azar, asi que habrá algo más.

3 - Es sólo deporte.
Si. Es sólo fútbol, baloncesto o fútbol sala. Pero son demasiadas cosas puestas en ese proyecto. Ilusión, esfuerzo, tiempo y tantas cosas que me merezco soñar. Otra vez.

4 - La canción.
Lo que me ha hecho levantarme tantos y tantos días de este mes. Fuerza con voz femenina. Una mezcla de ilusión y desesperanza para definir un mes dificil de olvidar por tantas cosas. Dificil de olvidar como todos los marzos que van a ir viniendo.