Dan en la nueva tele un reportaje sobre las obras del castillo. Ya hablaré algún día de la tele nueva, que es un pequeño soplo de aire fresco. Pequeño. Hablan de que Baltasar Lobo debe ser el gancho para el castillo. Yo pienso que el castillo debe ser el gancho para Baltasar Lobo. Puede que sea la hora de que le dejemos de dar la espalda. Nadie es profeta en su tierra y en Zamora pasa a ser menos que eso. Como el río. Como todo el mundo que hace algo fuera de lo normal. Me entusiasma que pueda ser por fín algo importante. El castillo y Lobo. Como Zamora que ahora se acuerda de Segundo Viloria pese a ver sus obras todos los días. Y nos acordamos por la puerta de atrás, con la boca pequeña. Pero me ilusiona que lo de Lobo por fin salga bien. Que aquí le demos un sitio preferente, como se lo dio Madrid unos días. Que algún día vengan Chillida u otros escultores de la época a mostrar su legado permanente. Y que las postales que regala la ciudad muestren un castillo restaurado que mire un río Duero que no se averguence de la ciudad que le ve crecer.