Mi techo es demasiado alto. El techo de mi habitación mide lo mismo que el de toda la casa, pero desde mi cama todo es mucho más alto. Es un simil de mi vida, todo está demasiado alto cuando me paro a descansar. Todo está demasiado lejos. A mas de de1850 kilómetros. Incluso a esa distancia el techo de mi habitación es alto, lejano y muy blanco. Y existe el miedo.
En mi cama puedo mirar el techo y pensar y olvidarme de que duermes a mi lado. Olvidarme de todas las que han dormido a mi lado y mandarte un sms aunque estes a menos de medio metro. En verdad quiero escribirle a alguien: Yo no kria enamorarme d ti. Y que nunca lo lea y se quede en enviados, como una prueba más de nada en ningún sitio. Y sonreir la última noche con dos besos y muchos pensamientos en la cabeza.
El techo se mueve cuando llego de fiesta, se mueve como tú te mueves. Como se mueven las miradas en los bares. Las copas cambiadas por oportunidades desaprovechadas, el lento caminar en la noche hacia el origen. Se mueve como los días en el calendario que avanzan lentos, calurosos. Las hojas se pegan, se marchitan, adelantan un otoño que está demasiado lejos.
Si, pienso en las mujeres que nunca tuve y desprecio a las que han compartido mis sábanas. O alomejor me desprecio a mi y por eso busco alguien que se sienta como yo. Dos Dorian Greys iguales, sin espejos, compartiendo sus cuerpo en oscuridad, bajo la atenta mirada de mi techo, blanco, sudoroso, lejano, que casi no nos ve, porque no quiere mirar, cansado de todas las veces que me quede mirando esperando a que te fueras de mi cama o a que por fin entraras en ella.