La gente desea marcharse, dicen que quieren conocer nueva gente, nuevos ambientes. Yo lo que veo es un claro intento por escapar de un temor desconocido. Quizás un temor a parecer aquellos niños felices, llenos de ilusión, con ganas de comerse el mundo, aquellos chavales que nunca se separaban unos de otros, que no comprendían de política, ni de sexos, solo comprendían de juegos, de elegirse la mejor selección de fútbol a la hora de jugar, sin importar raza o condición política. Cuanto cambian los tiempos. Ahora todos quieren irse de aquí, esto nos parece aburrido, simple y sin futuro, sin embargo lo de al rededor nos parece maravilloso, con más gente, con más futuro, con más fiesta. Nos dejamos atraer por las brillantes luces como tontas moscas a la típica luz azul. Ahora todo es política, ideales, sexo... juventud corrompida por unos esteticismos que nos hemos creído como madurez. Y es que precisamente ese pensamiento es lo que nos hace tan infantiles.
Irónico... ¿no?
Yo no soy madrileño, pero la canción tiene el mensaje que quiero transmitir, nos quejamos de nuestra ciudad/pueblo, pero en realidad, la seguimos queriendo. Yo, sigo queriendo mi pueblo y mi ciudad... y no me quejo.
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