Recordaba las locuras que en este último mes habiamos hecho, todos unidos, disfrutando al límite. Habiamos hecho puenting(algo que ni loco me habría a hacer por iniciativa propia), colarnos en una piscina en la noche, olvidar los desamores en la barra del bar noche si, noche también.
Llegar a las 8 a casa, para despertar a las 2 de la tarde y otra vez sin parar hasta las 8 del día siguiente. Ir a conciertos, viajar fuera de España...era Julio y había vacaciones, había que aprovechar.
Mientras seguia caminando por el soleado campo, el último día sin apenas dormir, veia las caras de cansancio de todos mis compañeros, veia incluso tristeza(obvia) por que esto se acababa. Las botas pesaban en mis cansadas piernas, y el sol traspasaba mis gafas de sol. En verdad, no era nada de eso, solo la tristeza era capaz de vencerme, la tristeza de ver como enterraban a mi amigo. El cementerio, acompañando el féretro de uno de los mios de siempre se hacia más largo que de costumbre.
Hacía ya un mes que se encontraba con gripe y decidió ir al médico, unos analisis rutinarios y una enfermedad terminal. "Te queda un mes" sonó por toda la sala, nunca fue una virtud de los médicos el decir las cosas disfrazadas, solo tenian una verdad. Hacía ese mes que decidió que su último mes sería un buen mes, a decir verdad se fue con buen sabor de boca. Él si, nosotros no. Es más dificil enterrar a alguien que ser enterrado.
Ayer a medio día llegaba la noticia, hoy teniamos previsto ir hasta una ciudad próxima y ver un macroconcierto, pero a medio día, una muy buena amiga me llamó. Ayer sentí lo que es venirse el mundo abajo, sabía que a mi alrededor me hablaban, pero era incapaz de oirles, es un sensación de paz indescriptible, aunque rodeada de un halo de ansiedad que corta la respiración. De este día poco más recuerdo sin que las lagrimas me nublaran la vista. Viendo como bajaba a un agujero hecho para él, le recordé haciendo puenting, siempre temerario, siempre vivo.
A las noches que me invente
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