Hay veces que es mejor no mirar adelante, ni mirar atrás. No pensar en lo que vamos dejando por el camino, consciente o inconscientemente, ni en lo que en él podemos encontrarnos. Ni siquiera puede llegar a ser positivo pensar que compañero de viaje puede ser el más fiel.

Hace años ya, que sobre mi tienen poca influencia los dimes y diretes sobre mis compañias de una noche o de varios dias; hace tiempo que dejé de pensar en si buscarme lios era lo que quería por estar donde estaba. Y no ha ido del todo mal la experiencia. Con piedras más grandes o más pequeñas, he tropezado, pero me he levantado y he corrido más rápido. El mundo se acaba, hay que aprovecharlo.

Ahora estoy en una encrucijada, varios caminos se abren ante mí. ¿cuál es el correcto? No lo se. Caminar toca, y en unos días recoger lo que hoy siembre.

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