¡Qué difícil puede ser tomar una decisión y que fácil en determinadas ocasiones! Cuando se da el segundo caso, ni lo consideramos apenas decisión, pero en cuanto hay que evaluar la situación y sus consecuencias... la cosa cambia. Y me refiero a cualquier tipo de decisión, desde elegir la cafetería en la que tomar el café de a media mañana a la del "si, quiero" en lo alto de un altar que decidirá el resto de tu vida... o al menos, la de un par de meses.
Cuando se te presenta una decisión más o menos dificil, lo primero que haces es evaluar los "pros" y los "contras" que conllevan cada consecuencia, el "que pasará si hago esto", pero muchas veces, por muchos puntos que saque de ventaja una de las alternativas sobre la otra, o incluso sobre las otras si son más de una, la duda continua. Y la verdad esque tomes la decisión que tomes, será la acertada ¿quién te dice a ti que si hubieras escogido la pastilla roja no hubiera sido incluso peor?
Recientemente se me ha planteado una situación en la que sigo evaluando, y no se decidir. Soy incapaz, evaluo, evaluo y aún sigo evaluando, pero no consigo decidir. Es una de esas decisiones que va a decidir tu futuro cercano, y no me refiero a mañana si no a los próximos meses. Cuando casi te has decandado definitivamente por una de las opciones, te vuelve a entrar la duda y te echas atrás. Y por más que pienso en decidir ya, que haga lo que haga habré hecho lo correcto, es como una fuerza magnética contraria: no te deja avanzar aunque no lo ves, aunque nadie o nada te agarra.
¿A ó B? ¿Si ó No? ¿0 ó 1? ¿Presionar el botón o no hacerlo? Aqui no hay tonos grises, o es blanco o es negro, pero tienes que decidir ya o la decisión lo hará por ti, y no serán buenos resultados ¿o si?
Pero tenlo siempre en cuenta: Por cada decisión, hay una consecuencia...
Cuando se te presenta una decisión más o menos dificil, lo primero que haces es evaluar los "pros" y los "contras" que conllevan cada consecuencia, el "que pasará si hago esto", pero muchas veces, por muchos puntos que saque de ventaja una de las alternativas sobre la otra, o incluso sobre las otras si son más de una, la duda continua. Y la verdad esque tomes la decisión que tomes, será la acertada ¿quién te dice a ti que si hubieras escogido la pastilla roja no hubiera sido incluso peor?
Recientemente se me ha planteado una situación en la que sigo evaluando, y no se decidir. Soy incapaz, evaluo, evaluo y aún sigo evaluando, pero no consigo decidir. Es una de esas decisiones que va a decidir tu futuro cercano, y no me refiero a mañana si no a los próximos meses. Cuando casi te has decandado definitivamente por una de las opciones, te vuelve a entrar la duda y te echas atrás. Y por más que pienso en decidir ya, que haga lo que haga habré hecho lo correcto, es como una fuerza magnética contraria: no te deja avanzar aunque no lo ves, aunque nadie o nada te agarra.
¿A ó B? ¿Si ó No? ¿0 ó 1? ¿Presionar el botón o no hacerlo? Aqui no hay tonos grises, o es blanco o es negro, pero tienes que decidir ya o la decisión lo hará por ti, y no serán buenos resultados ¿o si?
Pero tenlo siempre en cuenta: Por cada decisión, hay una consecuencia...
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